Ready-to-wear es el nombre que Longchamp le ha dado a su campaña más atrevida y en la que la modelo Kate Moss comparte fotografía con otra rubia explosiva Sasha Pivovarova. Ambas reflejan el estilo de la campaña, un aire atrevido y sensual que permite cada vez más al mundo de la moda experimentar y, sobre todo, no cortarse nada y soltarse la melena.
Provocación y misterio es lo que han conseguido los fotógrafos encargados de la campaña Mert Alas y Marcus Pigott, que nos muestran a Longchamp y a su campaña con un toque de sensualidad mezclado con la elegancia de la mujer. La ambigua campaña se fotografió en Los Ángeles, donde las modelos tuvieron que sacar su lado más descarado y misterioso, para que, a principios de enero, disfrutemos de esta excitante campaña de Longchamp, ready-to-wear.
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